La Busqueda del Pergrino
1 5 4 / L A B Ú S Q U E D A D E L P E R E G R I NO
Una magnifica obsesión: Representar y recrear la vida y ministerio de Jesús en la ciudad Como es lógico, el Año Eclesiástico sigue el orden de los eventos marcado en los Evangelios y en Hechos, los mismos eventos que se explican en las Epístolas y se profetizan en el Apocalipsis. El Calendario Cristiano comienza con el nacimiento de Cristo ( Adviento y Navidad ), y luego se enfoca en la revelación de Dios en Cristo como elemento central en su misión mesiánica en el mundo ( Epifanía, Su Bautismo y Transfiguración ). Después se concentra en la gloria de su encarnación en humildad y servicio en sus milagros, expulsión de demonios y enseñanzas, y explica la experiencia de Jesús de cara a Jerusalén y la Cruz ( Miércoles de Ceniza y Cuaresma ). La Historia describe solemnemente su semana final con la gloriosa entrada a Jerusalén como Rey, su oposición y su falso juicio, su sufrimiento y crucifixión, y su muerte en el Calvario ( Semana Santa ). Con inusual gozo y alegría, nos llama a afirmar de todo nuestro corazón que el Nazareno ya no está muerto, sino que resucitó al tercer día, y apareció durante cuarenta días a sus discípulos ( Pascua ). Después de mostrarse vivo a los suyos, ascendió en poder y gloria a la diestra del Padre donde es adorado por los ángeles y coronado como Señor y Cristo, Cabeza de la Iglesia y Señor de la Cosecha ( Día de la Ascensión ). Esta exaltación majestuosa es según la voluntad del Padre, el ministerio fiel del Hijo y el poder del Espíritu Santo, quien llega cincuenta días después que nuestro Señor se levantó de los muertos ( Pentecostés y Domingo de la Santísima Trinidad ). Durante la temporada después de Pentecostés, exaltamos a Cristo como Cabeza de la Iglesia al ir y hacer discípulos a todas las naciones, reuniendo su cosecha, y esperando su regreso con gran expectativa. Al finalizar el Año Eclesiástico, recordamos la fidelidad de Cristo a su Iglesia, a toda esa comunión de santos que se han desangrado, han sufrido y han muerto a lo largo de la historia de la Iglesia por causa de su nombre ( Día de todos los santos ). En la última semana, finalmente le exaltamos por nuestra bendita esperanza, la promesa de su pronta venida, donde Cristo acabará con el mal de una vez y para siempre y reinará en supremacía como Señor y Rey sobre todas las cosas ( Reinado de Cristo el Rey ).
Entonces, la temporada de Adviento termina y reanuda el ciclo. Se enfoca en la Segunda Venida como conclusión del Año Eclesiástico
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