Listos para la siega

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necesitan hacerlos vulnerables al efecto de su necesidad y la explotación del mundo, y están lo suficientemente desesperados como para confiar sólo en la fuerza de Dios. Al usar el término “pobres urbanos” dejamos en claro tanto a la población objetivo que guía las decisiones y alcances de nuestro ministerio, como también testificamos sin vergüenza la perspectiva bíblica de la elección y compromiso de Dios hacia las personas más vulnerables, necesitadas y expuestas dentro de nuestra sociedad. Los habitantes urbanos superan en número a todas las demás poblaciones de hoy, y nuestras ciudades han sido imanes para las migraciones masivas de los pueblos urbanos en busca de mejoras económicas. Creemos que “capacitar a los pobres urbanos” es, por lo tanto, estratégicamente misionero y proféticamente potente. Misionalmente, la frase es estratégica porque justamente denota el gran número de personas que permanecen sin alcanzar con el evangelio de Cristo que habitan en nuestras ciudades. Proféticamente, es potente porque revela nuestro llamamiento audaz y sin vergüenza al seguir los pasos de Jesús, nuestro respeto por los más pobres de los pobres, nuestra creencia de que Dios está llamando a los pobres a ser miembros de su iglesia y nuestra confianza de que los pobres urbanos tienen un lugar significativo en la elevación de los líderes que llegarán a las ciudades de nuestra nación, y más allá. ¿Qué hay del uso del término “pobres urbanos” y de los socios y donantes de oración de World Impact , y de nuestros amigos y vecinos en la ciudad? Para empezar, hemos utilizado el término con claridad y circunspección para ayudar a cualquier persona interesada en nuestra agencia misionera a conocer precisamente a aquellos a quienes Dios nos ha llamado a alcanzar. Amamos a las familias e individuos a quienes servimos en la ciudad, y nunca debemos usar el lenguaje (esta frase o cualquier otra) para avergonzar o explotar nuestra relación con ellos. No usamos este término como una etiqueta estereotipada, un sello peyorativo para limitar el potencial de las comunidades donde vivimos y trabajamos. Más bien, utilizamos la frase en nuestros materiales para comunicarnos de manera clara, franca y persuasiva argumentar la prioridad de este largo campo descuidado en la misión evangélica. Desde el principio hemos comprometido sin vergüenza nuestras vidas y recursos a hacer discípulos y plantar iglesias entre los pobres urbanos de nortemérica. Esto es una mayordomía, el trabajo de nuestro llamado individual y corporativo como misioneros de Cristo. ¡Dios no permita que cualquiera de nosotros use ese lenguaje para denigrar a los mismos por quienes Cristo murió, a aquellos a quienes somos llamados, y aquellos que creemos son la clave para la misión futura en norteamérica y más allá! Hablar claramente con respecto a nuestra vocación es

Contexto Valores/Visión Preparar Lanzar Agrupar Nutrir Transicionar Horario/Cartilla

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