Meras Misiones

E l E vangelio : E vangelizar • 113

me vistió con vestiduras de salvación, me rodeó de manto de justicia” (Isa. 61:10a). El amor de Dios es buscar a los rebeldes e invitarlos a someterse a su reino para que él sea su Padre y su Dios. Un tratado de paz, a través de Jesucristo, ha sido colocado sobre la mesa de nuestros corazones listo para que todos lo firmen. Estas son buenas noticias, pero todo depende de la siguiente “P”: El Mandato de Dios . 4. Prioridad: El mandato de Dios La naturaleza de las misiones cristianas es de emergencia. No se trata de mañana sino de hoy (2 Cor. 6:1-2). En este conflicto de reinos hay bandos. Cada uno debe decidir y unirse a un bando. Ésta es la prioridad. Este es el mandato de Dios. Cada uno debe decidir qué hacer con la amorosa invitación de Dios en Jesucristo. Elige hoy de qué lado estás (Jos. 24:14-15; Éxo. 32:26). Jesús es el único camino a la paz con Dios Padre; Él es la única verdad que conduce a la reconciliación con Dios Padre; Él es el único que trae vida, vida abundante y eterna, con Dios Padre – “Jesús le dijo: Yo soy el camino, la verdad y la vida. Nadie viene al Padre sino por mí’” (Juan 14:6). Aquellos que crean en el plan de salvación de Dios y se cambien (se arrepientan) en fe obediente en el Señor Jesús, serán salvos (Marcos 1:14-15; Rom. 10:9-10; 1 Juan 1:9; Hechos 2:38; 3.19; 2 Cor. 7:9-10); Juan 6:40). Los que no creen, siguen siendo pecadores en manos de un Dios enojado. El amor de Dios nos ha sido demostrado que mientras todavía éramos pecadores, rebeldes, enemigos del gobierno y reinado del reino de Dios, Jesús vino voluntariamente a este mundo enemigo ocupado por la corrupción y la esclavitud, y murió en una cruz para tomar la ira de Dios sobre sí mismo en lugar de tener la ira de Dios dispensada justamente sobre nosotros (Rom. 5:8; Mat. 27:46; 2 Cor. 4:4). ¡Oh, qué amor tan grande nos ha dado el Padre! El mandato de Dios y nuestra prioridad es huir de la ira que está por venir (Mat. 3:7). Es inevitable. Uno puede huir de él