Meras Misiones

L a I glesia : E quipar • 145

aquellos que invocan a Dios como Padre deben amar a la Iglesia. Deben amar, defender y hablar bien de la Comunidad del Reino. En nuestra sociedad occidental actual, existe un sentimiento generalizado de que “puedo prescindir de la Iglesia”, entre muchos “cristianos”, sin contar la cultura secular. Esto podría deberse a una variedad de razones: abuso físico y verbal por parte de quienes tienen autoridad en la iglesia, la hipocresía de los líderes de la iglesia que predican una cosa y hacen la otra, codicia por el dinero y las cosas de este mundo, malentendidos, camarillas cerradas u orgullo. Como alguien dijo una vez: “La Iglesia es como el arca de Noé. Si no fuera por la tormenta afuera, no podríamos soportar el julepe en el interior”. Sí, la Iglesia tiene un pasado y un presente sórdido, y continuará así en el futuro hasta que el Señor regrese. Malos actores han estado y seguirán estando entre ella. Siempre habrá cizaña entre el trigo (Mt 13:24-30). Esta es la obra infiltradora de Satanás y sus fuerzas demoníacas (2 Cor. 11:14-15). Él odia a la Esposa de Cristo. Utilizará a cualquier persona y cualquier cosa para difamar y destruir a la Iglesia. Su odio y su ira no conocen límites, porque sabe muy bien quién es la Iglesia: 1. La Iglesia es un puesto de avanzada del Reino de Dios. En la guerra, un puesto de avanzada militar es un destacamento de tropas posicionadas para hacer guardia contra intrusiones no autorizadas y ataques sorpresa. Proporcionan protección a un área. Aplique esta definición a una iglesia local y tendrá un destacamento de discípulos bajo el gobierno y el reinado de Dios Todopoderoso haciendo guardia contra las fuerzas de las tinieblas. ¿Se ve así una iglesia local? Ed Silvoso no lo cree así. En su libro Que Nadie Se Pierda , dijo: “La Iglesia en Occidente hoy presenta un blanco demasiado fácil para Satanás. No creemos que estemos en guerra. No sabemos dónde está situado el campo de batalla y, a pesar de nuestras armas,