Meras Misiones

188 • M eras M isiones : A vanzando para M ultiplicarnos

reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas”. Jesús llama a toda la humanidad a buscar y comprometerse con el gobierno y el reino de Dios en nuestras vidas. Debemos buscar esto primero. Para aquellos a quienes les gusta establecer objetivos prioritarios, esto lo resume todo. Es agradable y pulcro. Es simple pero no simplista. Te costará todo, pero te lo dará todo. Esta no solo es nuestra primera prioridad, sino que una vez encontrado y vendido todo para obtener el tesoro (Mat. 13:44), debemos orar para que el gobierno y el reinado de Dios sean aquí en la tierra tal como lo son en el cielo (Mat. 6:10). El Reino de Dios, Su gobierno y reinado, es inevitable. Jesús, mientras caminaba por esta tierra, conoció esta realidad. Toda rodilla se doblará (Fil. 2:10) ante el gobernante de este Reino, Jesús el Señor. Y cuando llegue ese momento, el reino de este mundo y su gobernante, el príncipe de la potestad del aire, “Los reinos del mundo han venido a ser de nuestro Señor y de su Cristo; y él reinará por los siglos de los siglos” (Apocalipsis 11:15). Pero ese momento aún no ha llegado. Ahora es el día de salvación (2 Cor. 6:2) y aquellos que se han sometido al gobierno y reinado del Reino de Dios, que han encontrado el tesoro en el campo y han vendido todo lo que tienen para comprarlo (Mat. 13:44), tienen la tarea de orar e ir e instar a otros a buscarlo. En el 2000, el Dr. Don Davis escribió un breve manifiesto llamado Que Dios se Levante: un llamado sobrio a la oración prevaleciente para un despertar espiritual dinámico y el avance agresivo del Reino en las ciudades del interior de Estados Unidos . En el manifiesto, el Dr. Davis escribe que existe una “profunda convicción de que las ciudades del mundo no se podrían ganar sin un derramamiento del Espíritu Santo sobre el pueblo de Dios en la ciudad”. Si alguna vez esta convicción fue cierta, lo es ahora. Las ciudades del mundo van de mal en peor, de maldad en maldad. Lo que David vio mientras contemplaba su ciudad se ha multiplicado muchas veces: “Día y noche la rodean sobre sus muros, E iniquidad y trabajo hay en medio de ella. Maldad hay en medio de ella, Y el