Meras Misiones

194 • M eras M isiones : A vanzando para M ultiplicarnos

Desde Génesis hasta Apocalipsis la Biblia atribuye una determinación de Dios y esta es salvar a la humanidad. En todos los tratos de Dios con los seres humanos, Su objetivo es poblar Su Reino en el mundo venidero. Él está organizando un banquete como ningún otro y quiere que se llene al máximo (Lucas 14:16-24). Será la máxima de las celebraciones. Hasta entonces, hemos sido llamados y alistados para ir y proclamar las Buenas Nuevas de entrada al Reino eterno de Dios y la celebración del Banquete a todos los que se sometan y crean en el Señor Jesucristo. Debemos seguir avanzando y no retroceder. Nosotros estamos en ello y no debemos abandonar la misión. Ahora es el momento de prestar atención a las palabras de J. Oswald Sanders cuando dijo: “Muchos más fracasos son el resultado de un exceso de precaución que de una experimentación audaz con nuevas ideas. Las fronteras del Reino de Dios nunca fueron avanzadas por hombres y mujeres cautelosos”. Se debe eliminar de nuestro vocabulario el exceso de cautela y se debe destacar y aplaudir la experimentación audaz en estos días desafiantes en los que vivimos. Así fue exactamente cómo vivió el apóstol Pablo y lo que esperaba la iglesia primitiva. El primer viaje misionero fue un paso audaz de la Iglesia de Antioquía para hacer avanzar el Reino de Dios hacia nuevas fronteras. Toda precaución quedó en el aire cuando el equipo de Pablo y Bernabé fue comisionado y enviado (Hechos 13:5) para proclamar el Evangelio y llevarlos a establecer nuevos puestos de avanzada del Reino dondequiera que el Espíritu del Señor los guiará. Juan Marcos era parte de este equipo, pero poco después de su viaje misionero, Lucas registra este breve comentario en Hechos 13:13b: “pero Juan, apartándose de ellos, volvió a Jerusalén”. Lucas no nos dice por qué Juan Marcos dejó el equipo misionero y regresó a Jerusalén. Lo que sí sabemos es que fue de gran importancia para el apóstol Pablo hasta el punto de que causó una severa confrontación y separación entre Pablo y Bernabé mientras hacían planes para su segundo viaje misionero. Para Pablo, la retirada de Juan Marcos (Hechos 15:38) fue un abandono, una