Meras Misiones
C onclusión • 199
mundo y al mundo por venir. La plantación de una iglesia que se reproduzca saludablemente en territorio ocupado por el enemigo es la tarea final de las misiones, porque la Iglesia es el objetivo final en la ciudad. Pablo sostenía profundamente esta convicción, sabiendo que la iglesia es el agente del Reino donde se facilita el empoderamiento para multiplicar iglesias saludables y reproductivas. 5. El Reino. “Y Pablo permaneció dos años enteros en una casa alquilada, y recibía a todos los que a él venían, predicando el reino de Dios y enseñando acerca del Señor Jesucristo, abiertamente y sin impedimento” (Hechos 28:30-31). El Reino de Dios, Su gobierno y reinado, ha entrado en el mundo y se está expandiendo y avanzando (Mt. 13:31) y las puertas del infierno no pueden detener su movimiento (Mt. 16:18). El Señor Jesús vino predicando el Reino de Dios (Marcos 1:15), declarándose tener la autoridad (Mateo 28:19), y el único y divino Gobernante del Reino de Dios que no es de este mundo (Juan 18:36). Como Gobernante legítimo, el Señor Jesús está obrando incluso ahora, “destruyendo (un verbo; aún no completo) todo dominio, toda autoridad y potencia” (1 Cor. 15:24). Cuando todos Sus enemigos estén “bajo sus pies” y “el último enemigo en ser destruido sea la muerte”, entonces llegará el fin y el Señor Jesús entregará el Reino a Dios Padre Todopoderoso (1 Cor. 15:24-26). El apóstol Pablo sintió la carga de ver a la Iglesia estrecharse como una “fuerza aliada” para expandir y hacer avanzar el Reino de Dios con la proclamación de las Buenas Nuevas que llevó a la plantación de iglesias para mostrar visiblemente cómo se ve el “Gobierno de Dios” cuando es abrazado por personas que reconocen el señorío de Cristo. Estos cinco pilares de las misiones apostólicas fueron “clavados” firmemente en la vida de Pablo, dándole una Plataforma de
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