Meras Misiones
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6. La Unidad de la Fe. La Gran Tradición afirma inequívocamente la catolicidad de la Iglesia de Jesucristo, en el sentido de que se preocupa por mantener la comunión y la continuidad con el culto y la teología de la Iglesia a través de los tiempos (Iglesia universal). Dado que ha habido y sólo puede haber una esperanza, un llamado y una fe, la Gran Tradición luchó y luchó por la unidad en la palabra, la doctrina, la adoración y la caridad. 7. El Mandato Evangélico de Cristo Resucitado. La Gran Tradición afirma el mandato apostólico de dar a conocer a las naciones la victoria de Dios en Jesucristo, proclamando la salvación por gracia mediante la fe en su nombre, e invitando a todos los pueblos al arrepentimiento y la fe para entrar en el Reino de Dios. A través de actos de justicia y rectitud, la Iglesia muestra la vida del Reino en el mundo de hoy, y a través de su predicación y convivencia proporciona un testimonio y signo del Reino presente en y para el mundo ( sacratum mundi ), y como pilar y fundamento de la verdad. Como evidencia del Reino de Dios y custodios de la Palabra de Dios, la Iglesia tiene la encomienda de definir con claridad y defender la fe entregada de una vez por todas a la Iglesia por los apóstoles. Conclusión: Encontrar Nuestro Futuro Mirando Hacia Atrás En una época en la que tantas personas están confundidas por el ruidoso caos de tantas personas que afirman hablar en nombre de Dios, ya es hora de que redescubramos las raíces de nuestra fe, de regresar al comienzo de la confesión y la práctica cristianas, y ver, si de hecho podemos recuperar nuestra identidad en la corriente de adoración y discipulado de Cristo que cambió el mundo. En mi opinión, esto se puede lograr mediante una apropiación crítica y evangélica de la Gran Tradición, esa creencia y práctica fundamental que es la fuente de todas nuestras tradiciones, ya sean católicas, ortodoxas, anglicanas o protestantes.
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