Meras Misiones

40 • M eras M isiones : A vanzando para M ultiplicarnos

renunciara a su gobierno y reinado cuando él “le mostró en un momento todos los reinos de la tierra. Y le dijo el diablo: A ti te daré toda esta potestad, y la gloria de ellos; porque a mí me ha sido entregada, y a quien quiero la doy. Si tú postrado me adorares, todos serán tuyos. Respondiendo Jesús, le dijo: Vete de mí, Satanás, porque escrito está: Al Señor tu Dios adorarás, y a él solo servirás” (Lucas 4:5-8). Aunque los reinos del mundo han sido entregados a Satanás, conocemos el resultado final de este conflicto. Se acerca un día, un día grande y glorioso, y todos oirán las grandes voces en el cielo que dicen: “El reino del mundo ha venido a ser el Reino de nuestro Señor y de Su Cristo, y Él reinará por los siglos de los siglos” (Apocalipsis 11: 15) porque “el principado estará sobre su hombro (Isaías 9:6)”. La prioridad de estos dos Reinos que están en conflicto son las almas de la humanidad. Génesis 14 registra la historia de nueve reinos en guerra entre sí, cuatro reyes contra cinco y una gran batalla en el valle de Sidim (es decir, el Mar Salado). Una historia que fuera insignificante, si no fuera porque Lot, el sobrino de Abram, fue hecho prisionero junto con todo el botín de guerra y el primer registro de Melquisedec, tanto rey como sacerdote relacionado con Jerusalén. Abram parte con sus fuerzas de combate, asegura la victoria y: “Y recobró todos los bienes, y también a Lot su pariente y sus bienes, y a las mujeres y demás gente” (Génesis 14:16). Luego nos encontramos con una interacción intrigante que Abram tiene con este misterioso Rey y Sacerdote del Dios Altísimo, Melquisedec, y el Rey de Sodoma: Entonces Melquisedec, rey de Salem y sacerdote del Dios Altísimo, sacó pan y vino; y le bendijo, diciendo: Bendito sea Abram del Dios Altísimo, creador de los cielos y de la tierra; y bendito sea el Dios Altísimo, que entregó tus enemigos en tu mano. Y le dio Abram los diezmos de todo. Entonces el rey de Sodoma dijo a Abram: Dame las personas, y toma para ti los bienes. Y respondió Abram al rey de Sodoma: He alzado mi mano a Jehová Dios Altísimo, creador de los cielos y de la tierra,