Orando los Salmos con Agustín y Amigos
Capítulo 4: Salmos 60–80
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al que puedas huir de Dios enojado, sino hacia Dios reconciliado. No hay lugar alguno al que puedas huir. ¿Quieres huir de él? Al contrario, huye hacia él. ¿Qué haremos entonces? “Vengamos ante Su rostro”, en confesión, y aquel a quien enfurecimos vendrá gentilmente.
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