Orando los Salmos con Agustín y Amigos
20
Orando los Salmos con Agustín y amigos
No me asustan los miles de escuadrones que me acosan por doquier (v. 6). Además de los enemigos que la iglesia universalmente ha tenido y tiene, cada uno de nosotros también tiene tentaciones; cuando estamos rodeados por ellas podemos decir: ¡Levántate, SEÑOR! ¡Ponme a salvo, Dios mío! (v. 7); es decir, hazme resucitar. ¡Rómpeles la quijada a mis enemigos! Está correcto, dentro del propósito determinado por Dios, orar esto en contra el Diablo y sus ángeles, quienes se enfurecen, no solo contra todo el cuerpo de Cristo, sino también contra cada uno en particular . ¡Rómpeles los dientes a los malvados! (v. 7). Cada hijo de Dios tiene a alguien que lo injuria, también tiene a los autores principales del vicio, que se esfuerzan por separarlo del cuerpo de Cristo; estos son el Diablo y sus ángeles. Pero, Tuya es, SEÑOR, la salvación (v. 8).
Made with FlippingBook. PDF to flipbook with ease