Orando los Salmos con Agustín y Amigos

250

Orando los Salmos con Agustín y amigos

maestro. Que tu buen Espíritu me guíe por un terreno firme (v. 10). Porque mi mal espíritu me ha conducido a un terreno inestable. ¿Y qué he merecido? Sin tu ayuda, ¿qué puede ser considerado como mis buenas obras? A través de tu ayuda puedo obtener y ser digno de ser guiado por tu Espíritu a la tierra correcta. Escucha, entonces, con todas tus fuerzas, la encomienda de la Gracia, por la cual eres salvo sin precio. Por tu nombre, SEÑOR, dame vida; por tu justicia, sácame de este aprieto (v. 11). No por mi cuenta, no porque lo haya merecido, sino porque tú tienes misericordia.