Orando los Salmos con Agustín y Amigos

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Orando los Salmos con Agustín y amigos

Salmo 148 con Agustín – Practicar la alabanza con todo el cuerpo

El tema de nuestra meditación en esta vida presente debe ser la alabanza a Dios; porque la ocupación eterna de la vida después de esta será la alabanza a Dios. Nadie puede llegar a ser apto para la vida después de esta, si no ha practicado para ello. Por eso ahora alabamos a Dios, pero también le oramos. Nuestra alabanza está marcada por la alegría, nuestra oración por los gemidos. Por el momento todos los hombres malvados cantan con nosotros, Aleluya. Sin embargo, si perseveran en su maldad, pueden cantar la canción sobre nuestra vida después de esta, pero no podrán entrar en ella, porque no practicaron para ser aptos para la vida después de la muerte antes de que esta llegara, ni se aferraron a lo que estaba por venir

“Aleluya”. “Alabado sea el Señor”, le dices a tu prójimo, y ellos te lo dicen a ti, cuando todos se instan unos a otros, todos hacen lo que instan a otros a hacer. Pero alaba con todo tu ser: es decir, que no alaben solo tu lengua y tu

Agustín sobre el Salmo 148 “Pero alaba con todo tu ser: es decir, que no alaben solo tu lengua y tu voz a Dios, sino también tu conciencia, tu vida, tus obras”.

voz a Dios, sino también tu conciencia, tu vida, tus obras. Por ahora, cuando estamos reunidos en la iglesia, alabamos. Pero, cuando cada uno de nosotros nos dedicamos a nuestros propios asuntos, parece que dejamos de alabar a Dios. No dejemos de vivir correctamente, y luego alabemos continuamente a Dios. Por lo tanto, preste atención no solo al sonido. Cuando alabes a Dios, alábalo con todo tu ser. Deja que tu voz, tu vida, tus obras, todos le canten.