Orando los Salmos con Agustín y Amigos

Recursos para aplicación

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canciones nos desafían a reflexionar sobre las mujeres y los hombres que eligieron servir a Dios en su generación: Abraham y Sara, Moisés, Finees, Rahab, David, Ester, y muchos otros. Los salmos de la historia también advierten de aquellos que ignoraron o se negaron a participar en la obra de Dios (Faraón, Datán, Abiram, Og). Líderes como Rahab la prostituta (Mat 1:5; Heb 11:35; Stg 2:25) y el rey David estaban lejos de ser perfectos (Sal 51). Sin embargo, las Escrituras declaran que líderes como David “sirvieron a los propósitos de Dios en su propia generación” (Hch 13:36). ¿Quiere que Dios le use en su generación? ¿Está dispuesto a ser un David o una Ester hoy? Dios ya está obrando en nuestras comunidades, escuelas y lugares de trabajo. A veces, los vecindarios con los mayores desafíos (aquellos con gigantes como “Goliat” y ejércitos de enemigos filisteos) son los mismos lugares donde Dios encuentra siervos y mayordomos que puede usar (1 Sam 17; 1 Cor 4:1). Al igual que el rey David, el príncipe Kaboo del pueblo Kru de Liberia eligió participar en la obra de Dios en su generación. Cuando era niño, el príncipe Kaboo (1873–1893) fue tomado como rehén por una tribu rival y estaba a punto de ser ejecutado cuando experimentó una libera ción sobrenatural. Después de semanas de viajar a través de la selva, Kaboo llegó a una estación misionera cerca de Monrovia, la capital de Liberia. Allí, siendo un adolescente de catorce años, entregó su vida de todo corazón a Jesucristo.

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