Para la Proxima Generacion

124 Para la próx ima generac i ón: Manua l de l Mentor de E l I ns t i tuto Mi n i s ter i a l Urbano

falsamente asumen que ser pobre era ser equiparado con ser menos brillante; la pobreza y la estupidez no tienen nada en común, y debemos evitar los estereotipos burdos que traten de estar juntos!) Busque la guía del Señor al trabajar con sus estudiantes, y tenga cuidado con la tendencia a hacer una clase de TUMI un ambiente académico y no un ambiente de desarrollo de liderazgo. El ausentismo o deserción escolar Por mucho que buscamos con entusiasmo animar a los estudiantes a avanzar en nuestras clases, debemos tener cuidado de no cometer el corolario error del “sentimentalismo bruto”. Como una de las más comunes prácticas entre los profesores hacia los que han sido susceptibles al bajo rendimiento, el sentimentalismo es que la posición de paternalismo donde deliberadamente o inconscientemente se trata a nuestros estudiantes de manera condescendiente, como si no son capaces de realizar lo requerido. Lo peor que un mentor puede hacer es manifestar esta condescendencia al constantemente justificar la ausencia de los alumnos de la clase, o su salida prematura de una clase. Como mentor/a, tampoco debe, por un lado, tratar duramente y injustamente, o, por otra parte, comportarse como si no pueden lograr la excelencia en su trabajo. En pocas palabras - no todos los estudiantes completarán su formación, y algunos incluso saldrán de nuestra clase ofreciendo todo. Nuestra pedagogía de TUMI ve el componente aula como un elemento esencial de una estrategia global de desarrollo de un estudiante, una estrategia que también incluye el dominio de su caminar cristiano personal entre su familia, colegas y compañeros, así como su vida y ministerio a través de su asamblea local. Debe ser consciente de que los estudiantes se enfrentan a una amplia gama de contingencias durante una clase que puede alterar o modificar su capacidad de permanecer en la clase. Ningún estudiante entrará en los salones de clase con el ocio y la facilidad disfrutada por muchos estudiantes quienes sumariamente faltan a clases en los campus de la universidad. Las presiones de tiempo, dinero, familia, niños, ministerio inevitablemente se inmiscuirán en las vidas de sus estudiantes y, en algunos casos, impacta su ausentismo. Por lo tanto, debe ser estimulante, pero también abierto a la voluntad del Señor que conduce a sus estudiantes y su entorno en el aula. Deje que los estudiantes salgan, si deben o si lo desean. El Espíritu dota a nuestros estudiantes con desafíos, dones, oportunidades y recursos, todos los que se integran en el tapete de sus vidas y ministerios.

Haciendo frente con las dificultades en el aula