Pelea La Buena Batalla de la Fe
Lección : El equipo que utilizamos •
Las armas de nuestra guerra no son de este mundo (2 Corintios 10:4).
Principio clave
Lea y reflexione sobre los siguientes casos y conceptos, y responda y dé sus puntos de vista para su resolución, basados en los textos que estudió anteriormente. 1. “No todo lo que viene a la mente es del Señor. ¡Aprenda a revisar las fuentes!” Los nuevos creyentes deben aprender a entender que su mente es el campo de batalla de la guerra espiritual. El enemigo tiene acceso a nuestros pensamientos, y puede sugerir mentiras, falsedades, o la distorsión a los creyentes. Si estos engaños se creen, pueden causar malestar emocional, falsas perspectivas, y dar lugar a comportamientos y hábitos destructivos. A pesar de que poseemos el armamento divino para resistir las falsas ideas y perspectivas con que nos encontremos, todavía tenemos que aprender a responder al diablo, es decir, usar las Escrituras para combatir mentiras en particular que el enemigo lanza contra nosotros. Lea otra vez el relato de Jesús con el diablo en Mt. 4:1-11. ¿Cómo el Señor resistió las tentaciones del diablo? ¿Cuál fue su arma? ¿Cómo respondió a las afirmaciones disparatadas que Satanás le dio mientras estaba en el desierto? ¿qué puede enseñarnos esto acerca de nuestra propia guerra espiritual de hoy? 2. “Nunca será capaz de salir de este atolladero. Nunca”. En un mundo de “microondas” de hoy, todo el mundo está acostumbrado a conseguir lo que necesita de manera rápida, corta y directa. A nadie le gusta la idea de un largo período de trabajo duro antes de experimentar lo que quieren o lo que sienten que necesitan. Este tipo de actitudes pueden afectar en gran medida la vida cristiana. Aunque la victoria, la liberación, y la protección se ha concedido a través de la fe en Jesús (1 Cor. 15:57; Juan 5:24; Rom. 8:35-39; Ef. 1:3), todavía tenemos que aprender a pelear, y la forma de esperar la victoria. Los jóvenes cristianos son propensos a fácilmente desalentarse, especialmente cuando empezaron bien, y luego experimentaron un retroceso. Los problemas y pruebas pueden llegar a ser dif íciles y agotadores, y nos pueden deprimir. Incluso los cristianos más fuertes pueden ser tomados por sorpresa, y ceder a las tentaciones y las mentiras del enemigo. ¿Qué cree que un creyente debe hacer cuando se pone tan bajo que ellos creen que no pueden salir de su rutina: cometen-el-pecado, piden perdón, cometen-el-pecado, piden perdón otra vez, y así sucesivamente? ¿Qué le dice a un cristiano en crecimiento que cree que un área o tema es tan dif ícil para ellos que piensan que no pueden superarlo?
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