Raíces Sagradas

LA UNIDAD DE LA FE: ESPIRITUALIDAD COMPARTIDA EN MENTE Y OBRA

Aunque la noción de los Testigos de Jehová acerca de la unidad de la iglesia es poco más que un unánime concepto religioso, su crítica acerca de nuestra falta de visión y espiritualidad compartida es reveladora. Nuestra comprensión de las Raíces Sagradas ofrece una manera de reafirmar nuestro legado y patrimonio común, que sostiene la fe ortodoxa histórica. Tal como lo afirmamos en el capítulo anterior, ser cristiano es pertenecer a la tradición de los apóstoles ( parádosis , del griego “dar más”, ya sea de palabra o por escrito, es decir, tradición, la enseñanza transmitida de un grupo a otro). Abrazamos como verdad cada palabra de los testigos oculares de Jesucristo; y tratamos de encarnar y transmitir fielmente a los demás el depósito de la fe que nos fue dado por ellos. Esa es nuestra fe, nuestra esperanza y nuestra vida. Una de las implicaciones más claras de la Raíces Sagradas es su apelación a las distintas tradiciones y expresiones de la fe bíblica para reafirmar nuestro legado común de fe. Cuanto más entendamos que todas las tradiciones (católica romana, ortodoxa, anglicana y tradiciones protestantes) comparten el mismo conjunto de creencias y prácticas basadas en las Escrituras canónicas, podremos reconectar nuestros trasfondos espirituales con la historia de Dios y entre unos y otros. Se debe admitir totalmente como ingenuo e indeseable pensar que podemos borrar los efectos del tiempo, o pretender que las diferencias de las tradiciones sobre asuntos diversos puedan ser fácilmente resueltas. Sin embargo, también debemos sostener que las Escrituras, a través de la narrativa de Dios acerca de la historia, afirma nuestra visión común del mundo como producto del acto creativo de Dios y de la salvación como resultado de la redención de su Hijo Jesucristo, nuestro Señor. A medida que todos nos reconectamos con la “tradición que está detrás de otras tradiciones”, podemos rearticular el poder de nuestra fe en su más pura y clara expresión. ¿Por qué es importante para todo discípulo de Jesús que obtenga y defienda la fe verdadera que nos fue dada por los apóstoles? Creo que la razón más clara es dada por el apóstol Pablo en Efesios 4, donde él afirma como un hecho y verdad la unidad de nuestra fe y práctica, como amantes y seguidores de Jesús.

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