Representado la teologia
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R e p r e s e n t a n d o l a t e o l o g í a
¡Levántese Dios! (continuación)
Entonces, con un corazón franco y lleno de fe, oremos por las iglesias en las zonas urbanas del mundo entero. Oremos por protección de la violencia y corrupción que hay alrededor de ellas. Oremos por audacia y franqueza al dar ellos testimonio del Cristo resucitado en sus obras de justicia, amor y evangelización. Oremos por un nuevo sentido de gozo y poder en el Espíritu Santo, una mayor revelación de la Palabra de Dios, una nueva experiencia del poder limpiador de la sangre de Cristo, y un enriquecido caminar con Dios. Oremos por un espíritu de tranquilidad y paz, por la atadura del enemigo para que el evangelio pueda ir hacia adelante. Oremos por un nuevo espíritu de alabanza, adoración y gozo en las iglesias urbanas, y nueva creatividad, deleite y placer en la presencia de Dios. Oremos por un nuevo nivel de apertura y unidad en los creyentes, un más profundo y rico amor y reverencia a Dios en las iglesias. Oremos por nuevos niveles de reverencia y temor en el pueblo de Dios y nuevos y agresivos movimientos de adoración, oración y celebración en las comunidades. No nos detengamos aquí. Oremos que Dios quebrante el control del enemigo sobre las mentes y corazones de quienes viven en las zonas urbanas de los Estados Unidos (2 Co. 4.4). Oremos que el Espíritu Santo frustre los programas de engaño y desesperación del diablo, y que nuevas puertas sean abiertas para la demostración y proclamación de la Palabra de Dios en todos los niveles. Oremos que la Iglesia dé un testimonio audaz con palabras y hechos del reinado de Dios en Cristo Jesús para que los creyentes, jóvenes, de mediana edad y los mayores, demuestren en sus vidas nuevos niveles del amor y poder del Señor entre sus familias, amigos y en sus redes de relaciones. Oremos por nuevos niveles de interés, curiosidad y conciencia de las cosas espirituales entre todos los que viven en la ciudad, pero sobre todo, nuevos niveles de realidad y poder entre los creyentes de las zonas urbanas. Oremos que el diablo no sea capaz de detener lo que Dios está abriendo para Cristo en todos los niveles de las comunidades, sociedades y vecindarios. Oremos por un derramamiento de Dios sobre la ciudad, que las ciudades del mundo puedan despertar a la necesidad que tienen de Dios, en Cristo Jesús.
Por el avance del Reino
Al humillarnos en oración por un dinámico Avivamiento espiritual entre el pueblo de Dios, también debemos pedirle a Dios que se mueva a favor de los perdidos, las personas y regiones que todavía no han conocido de la misericordia de Dios en la persona del
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