Representado la teologia
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R e p r e s e n t a n d o l a t e o l o g í a
¡Venga Tu Reino! Disertaciones sobre el Reino de Dios (continuación)
6. L a enseñanza de Jesús acerca del Reino de Dios, como vamos a ver, determina la estructura básica de toda su enseñanza; y por cierto, también la estructura de la totalidad de la enseñanza del Nuevo Testamento. 7. ¿ Por qué Jesús escogió el conjunto de palabras “Reino de Dios” para proclamar las buenas nuevas de Dios al mundo? Dos básicas razones son: a. Es bíblico. Aunque la frase exacta “Reino de Dios” no ocurre en el Antiguo Testamento (tal vez sólo en 1 Cr. 28.5), la idea está presente en todos lados en el Antiguo Testamento, especialmente en los profetas. Su monarquía no siempre se realiza en este mundo pecaminoso. De hecho, el mayor énfasis en el Antiguo Testamento, declarado cientos de veces con diferentes grupos de palabras, está en el futuro y venidero reino de Dios. La esperanza del Antiguo Testamento es que Dios mismo va a venir a traer salvación a su pueblo y juicio (destrucción) a sus enemigos. (Por ejemplo, mira 1 Cr. 29.11; Sal. 22.28; 96.10-13; 103.19; 145.11-13; Is. 25ss; 65ss; Dn. 2.44; 4.3, 34; 6.26; 7.13ss, 27). b. Era entendido y tenía significado para los judíos de Palestina del primer siglo, a quienes Jesús proclamó las buenas nuevas. De hecho, la frase “Reino de Dios” se había desarrollado bastante en los 400 años entre el Antiguo Testamento y la venida de Jesús. El Reino de Dios ahora resumía la total esperanza del Antiguo Testamento. Los judíos del primer siglo estaban esperando a Dios como rey para reinar sobre el mundo entero, destruyendo a sus enemigos y dándoles todas las bendiciones a su pueblo Israel. Este concepto era especialmente significativo para los judíos, quienes, por un lado, firmemente creían que Yahweh su Dios, era el único Dios verdadero que gobernaba sobre todo el universo, y quienes, por otro lado, habían experimentado 700 años de dominio extranjero bajo las manos de gobernantes paganos, comenzando con Asiria, luego Babilonia, Persia, Grecia y finalmente Roma. Jesús nunca les definió el Reino de Dios porque todos ellos sabían lo que significaba. Esto es un gran ejemplo para nosotros en nuestros ministerios. Jesús fue a donde el pueblo estaba (la encarnación), fue fiel al mensaje bíblico y les habló en términos que podían entender. (Por ejemplo, leer Lc. 1.32ss; 19.11; 23.51; Mc. 11.10; 15.43; Hch. 1.6). La frase Reino de Dios resumía toda la esperanza y promesa del Antiguo Testamento. “Todo lo que Dios ha dicho y hecho en la historia de Israel llega a su cumplimiento en el Reino de Dios” (Dale Patrick).
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