Meras Misiones

E l E vangelio : E vangelizar • 121

transfiere a una nueva cultura, una cultura del reino. John Piper lo dijo bien: “La manera de lograr la mayor transformación social y cultural no es centrarse en la transformación social y cultural, sino en la “conversión” de los individuos… a la fe en Jesucristo para el perdón de los pecados y la esperanza de la vida eterna” ( Misiones: Rescatando del Infierno y Renovando el Mundo ). El objetivo y la tarea de las misiones es ganar conversos para el gobierno y el reinado del Reino de Dios a través de la lealtad al Rey del Reino de Dios. Todo comienza con los pies de quien trae las Buenas Nuevas (Rom. 10:14-15). Lo que el mundo necesita, lo que exige la agudeza de los tiempos, es el anuncio del poder de Dios que trae salvación a todo aquel que cree (Rom. 1:16). El mundo necesita escuchar para tener la oportunidad de creer. Jesús estableció un patrón claro sobre cómo se iba a difundir el Evangelio cuando dijo a sus discípulos: “Es necesario que también a otras ciudades anuncie el evangelio del reino de Dios; porque para esto he sido enviado” (Lucas 4:43). Jesús y sus apóstoles claramente dan prioridad a la evangelización por encima de la compasión y la justicia. Si alguien ha de llegar a la salvación en Cristo Jesús, debe escuchar y recibir una presentación clara del Evangelio. Haciendo una lectura rápida del libro de los Hechos, uno leerá que el apóstol Pablo no hizo una sola demostración de justicia o compasión (excepto el exorcismo milagroso de la esclava que fue un encuentro de poder), sin embargo, se hicieron discípulos y se plantaron iglesias en todas las provincias romanas. ¿Cómo? El Apóstol de los Gentiles proclamó el Evangelio. Los perdidos llegan a la fe obediente al confesar a Jesucristo como Señor mediante la proclamación del Evangelio. Romanos 10:14-17 dice simplemente: “¿Cómo, pues, invocarán a aquel en el cual no han creído? ¿Y cómo creerán en aquel de quien no han oído? ¿Y cómo oirán sin haber quien les predique? ¿Y cómo predicarán si no fueren enviados? Como está escrito: ¡Cuán hermosos son los pies de los que anuncian la paz, de los que anuncian buenas nuevas! Mas no todos obedecieron al evangelio; pues Isaías dice: Señor,