Meras Misiones
J esús E s S eñor : E l C ariño • 49
Celso, un intelectual alejandrino del siglo II, escribió esto sobre el cristianismo: “Lejos de nosotros, dicen los cristianos, esté cualquier hombre que posea cultura, sabiduría o juicio; su objetivo es convencer sólo a personas inútiles y despreciables, idiotas, esclavos, mujeres pobres y niños. . . no se atreverían a dirigirse a una audiencia de intelectuales. . . pero si ven un grupo de jóvenes, esclavos o gente de pueblo ruda, se meten y buscan ganarse la admiración de la multitud” (Stephen Neill, A History of Christian Mission , Nueva York: Penguin Books, 1974, p. 45). Al igual que los primeros cristianos, debemos estar convencidos de que Dios ha elegido a los pobres, a los marginados, a los más pequeños, para expandir y hacer avanzar Su Reino a todos los grupos étnicos de la tierra. Los pobres son la próxima ola de “soldados de infantería, embajadores y sacerdotes del Reino” en el avance del reino de Dios hacia el “territorio ocupado por el enemigo”. La Iglesia debe creer y esperar grandes cosas de los pobres. ¿Eres tan querido por Jesús que los salvos y los no salvos huelen su dulce aroma en tu vida? “Más a Dios gracias, el cual nos lleva siempre en triunfo en Cristo Jesús, y por medio de nosotros manifiesta en todo lugar el olor de su conocimiento. Porque para Dios somos grato olor de Cristo en los que se salvan, y en los que se pierden; a éstos ciertamente olor de muerte para muerte, y a aquéllos olor de vida para vida. Y para estas cosas, ¿quién es suficiente?” (2 Cor. 2:14-16). ¿Las fuerzas demoníacas saben de ti debido a tu cariño hacia Jesús? Los siete hijos de Esceva no fueron queridos por Jesús y eso les costó su sangre, sus ropas y su orgullo. “Pero algunos de los judíos, exorcistas ambulantes, intentaron invocar el nombre del Señor Jesús sobre los que tenían espíritus malos, diciendo: Os conjuro por Jesús, el que predica Pablo. Había siete hijos de un tal Esceva, judío, jefe de los sacerdotes, que hacían esto. Pero respondiendo el espíritu malo, dijo: A Jesús conozco, y sé quién es Pablo; pero vosotros, ¿quiénes sois? Y el hombre en quien estaba el espíritu malo, saltando sobre ellos y dominándolos, pudo más que ellos, de tal manera que
Made with FlippingBook Digital Proposal Maker