Meras Misiones

50 • M eras M isiones : A vanzando para M ultiplicarnos

huyeron de aquella casa desnudos y heridos.” (Hechos 19.13-16). Ser hijos de un sumo sacerdote probablemente significaba que eran morales, éticos, rectos, respetados y adheridos a la ley. Sin embargo, esto no tiene poder en el ámbito espiritual. Jesús como Señor es la autoridad y el poder. Ser querido por Él es el por qué y cómo podemos avanzar en las misiones. El espíritu maligno reconoció a Pablo porque la vida de Pablo era amada por Cristo. “Porque para mí el vivir es Cristo, y el morir es ganancia” (Fil. 1:21). Ser querido por Jesús es algo simple y, sin embargo, probablemente sea lo más difícil. Nuestro enemigo espiritual hará todo lo posible para distraerte de dedicarle tiempo al Señor Jesús. Como Screwtape amonestó a su sobrino Wormwood, en The Screwtape Letters (Las Cartas de Screwtape), de C.S. Lewis , sobre cómo hacer que el paciente se interese en otros movimientos, “. . . el camino más seguro al infierno es el gradual: la pendiente leve, suave bajo los pies, sin giros repentinos, sin hitos, sin señales”, así trabaja el enemigo hoy. Trabaja gradualmente usando una leve pendiente de mentiras sutiles que causan compromisos, este día y el siguiente, y antes de que te des cuenta uno se ha alejado de un cariño disciplinado hacia Jesús. Pablo advirtió a los corintios sobre la táctica del enemigo cuando dijo: “Pero temo que como la serpiente con su astucia engañó a Eva, vuestros sentidos sean de alguna manera extraviados de la sincera fidelidad a Cristo” (2 Cor. 11:3). El cariño es una pelea, una batalla. Es la disciplina en lo que debes trabajar: “Por tanto, amados míos, como siempre habéis obedecido, no como en mi presencia solamente, sino mucho más ahora en mi ausencia, ocupaos en vuestra salvación con temor y temblor, porque Dios es el que en vosotros produce así el querer como el hacer, por su buena voluntad.” (Fil. 2:12-13). Una devoción disciplinada a Jesús no pretende ser una restricción, sino que es para nuestro beneficio. El apóstol Pablo exhortó a los corintios en esto: “Esto lo digo para vuestro provecho; no para tenderos lazo, sino para lo honesto y decente, y para que sin impedimento os acerquéis al Señor” (1 Cor. 7:35). Esta devoción